Published in Peru - Social interactions and entertainment - 10 Jun 2019 13:56 - 0
A la mayor parte de la gente, lo que se le viene a la cabeza al oír el nombre de Conan (aparte del famoso detective) es la versión cinematográfica del mismo, que triunfó a principios de los años ochenta. A pesar de que su fidelidad a los relatos originales o al cómic podría ser mayor, no es difícil ver por qué: se trata de una soberbia película dirigida por John Milius y con un guión en el que participó Oliver Stone, este filme nos muestra a un imponente bárbaro interpretado por Arnold Schwarzenegger, que alcanzaría el estrellato. Con una música espectacular, unas escenas de acción crudas y bien coreografiadas y el villano Thulsa Doom interpretado por James Earl Jones, se entiende muy bien el éxito que tuvo. Además, logra algo muy difícil: humanizar a Conan sin afectar a su esencia, y transmitir la sensación de que en esta historia hay algo en juego, que no se trata simplemente de un relato autoconclusivo. Este Conan no llora pero sí sufre, y la película en la que aparece cuenta con una calidad incuestionable que difícilmente será superada.
Esta película tuvo una secuela menor pero entretenida llamada Conan el Destructor, y un remake de 2011 que pasó sin pena ni gloria, con una historia reciclada de la película original pero con una ejecución pobre que no la benefició para nada. Todo un desperdicio de talento por parte de Jason Momoa, que podría haber encarnado más que correctamente al bárbaro por sus capacidades interpretativas y su parecido visual, pero que no contó con un guión a la altura.
Cabe destacar que el cimmerio contó con una serie de televisión de una sola temporada a finales de los años noventa, quizás aprovechando el tirón de otros héroes como Hércules o Xena. En España es prácticamente desconocida, y en IMDb cuenta con una nota discreta pero favorable. Probablemente, sin embargo, esta serie no sirva de base a los creadores del nuevo producto, que se inspirarán con toda seguridad en los relatos o los cómics
Esta película tuvo una secuela menor pero entretenida llamada Conan el Destructor, y un remake de 2011 que pasó sin pena ni gloria, con una historia reciclada de la película original pero con una ejecución pobre que no la benefició para nada. Todo un desperdicio de talento por parte de Jason Momoa, que podría haber encarnado más que correctamente al bárbaro por sus capacidades interpretativas y su parecido visual, pero que no contó con un guión a la altura.
Cabe destacar que el cimmerio contó con una serie de televisión de una sola temporada a finales de los años noventa, quizás aprovechando el tirón de otros héroes como Hércules o Xena. En España es prácticamente desconocida, y en IMDb cuenta con una nota discreta pero favorable. Probablemente, sin embargo, esta serie no sirva de base a los creadores del nuevo producto, que se inspirarán con toda seguridad en los relatos o los cómics
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