1era gran batalla

Fue una espectacular hazaña realizado por nuestros valerosos soldados  en el campo de batalla. 

Una pelea que parecía perdida, una diferencia de daño que hacia dudar hasta al mas optimista de nuestros soldados,
una barra que parecía inamovible. 
Sin barras energéticas, sin tanques, sin energía... Esto parecía destinado al fracaso.



Hasta quemar el ultimo cartucho
Y como ya lo dijo el ilustre general Francisco Bolognesi “TENGO DEBERES SAGRADOS QUE CUMPLIR Y LOS CUMPLIRÉ HASTA QUEMAR EL ÚLTIMO CARTUCHO”
No se dejaría la batalla, hasta no derramar la ultima gota de sudor, hasta no haber agotado todas las municiones, haber tirado todas las granadas, 
si es posible nos quedábamos sin piedras pero no nos iríamos sin luchar hasta que el tiempo marcase en cero.

Ademas bien dice el dicho “La esperanza es lo ultimo que se pierde”, mientras tanto el general arengaba a los soldados a 
seguir combatiendo, “Volteemos esa barra”-animaban.
Poco a poco esa bendita barra comenzaba a moverse, “Vamos que si se puede”- se leía- “Ya falta poco para voltear”- decían.
La ayuda internacional o se hizo esperar y juntos comenzamos a mover el marcador a nuestro favor.
La cantidad de fuego cruzado era impresionante. Parecía que aun había oportunidad de ganar esto.

El ataque peruano era incesable, cañones, bazucas y hasta a los cadetes con pistolas se podían ver, esto no había terminado aun
lo y querían hacer notar.
La respuesta chilena fue inmediata, bombas, tanques, kamikazes; de todo para tratar de impedir el peligroso avance peruano, pero todo fue inútil.
El destino ya estaba escrito, la victoria tendría que ser peruana.
Poco a poco y muy lentamente la barra comenzó a inclinarse a nosotros, parecía que nos sonreía.
El tiempo terminaba, 5 minutos para acabar con la masacre, y nadie se quería dar por vencido, cada vez el ataque era mayor pero esa barra seguía siendo nuestra.
2 minutos para el cierre,-“Vamos, sigan pegando”- los segundo parecían minutos y los minutos, horas.-“1 minuto para la gloria, no se rindan, peguen, peguen”-
Las fuerzas ya eran escasas pero la ganas de triunfar, enormes.-“Sigan disparando, que esto ya es nuestro”- se oia.
Pero de pronto ya no salían mas disparos, se oyó un silencio inquietante, los soldados se miraban las caras con rostros de incertidumbre. Se acabaron las municiones?
Todos miraron el reloj, el tiempo era sabio y justo, las manecillas apuntaban a cero.

“GANAMOOOOOS”- gritaron todos, con felicidad en sus ya cansados rostros.
El esfuerzo no había sido en vano, había sido recompensado con una espectacular victoria en los últimos minutos.
Una batalla que nunca se dio por perdida a pesar de estar abajo.



Remando contra la corriente
Cuando todo esta en contra, es cuando realmente se ve a los grandes sobresalir.
Y hoy... hoy señores... Hoy el Perú es gigante.
Por eso como comencé este relato, lo logrado hoy fue una hazaña espectacular, a lo que ya nos tiene acostumbrados este magnifico país, PERU.
Una nación ademas se debe a sus ciudadanos y a sus aliados. Por eso un agradecimiento a nuestro soldados, que de alguna u otra manera lograron que esto sea posible.
También un especial agradecimiento a nuestro aliados que batallaron junto con nosotros para lograr esta magnifica victoria.