Објавено во Paraguay - Политички дебати и анализи - 02 Sep 2016 09:17 - 13
¡Mis queridos compatriotas, hombres y mujeres paraguayos!
En la Biblia está escrito: "Lo que no es ni caliente ni frío lo quiero escupir de mi boca". Esta frase del gran Nazareno ha conservado hasta el día de hoy su honda validez. El que quiera deambular por el dorado camino del medio debe renunciar a la consecución de grandes y máximas metas. Hasta el día de hoy los términos medios y lo tibio también han seguido siendo la maldición de Paraguay. La situación de nuestra patria, según la condición geográfica una de las mas desfavorables en Sudamérica, fue comprendida en realidad por primera vez, por el pequeño estado bolivariano, odiado, un rival en sentido espiritual y material para todos los pueblos circundantes, le quedo reservado a este pequeño estado modelo llegar a ser el adalid del pensamiento paraguayo hasta aquella unión de los troncos paraguayos que en el fondo, a pesar de dos guerras ganadas, aun no era una unión.
Aun hoy somos el pueblo menos apreciado de la tierra. Un mundo de enemigos se alza contra nosotros y el paraguayo debe decidirse también hoy si quiere ser un soldado libre o un esclavo blanco. Las precondiciones bajo las cuales solo puede desenvolverse una estructura estatal paraguaya han de ser por consiguiente: unión de todos los paraguayos en América, educación para la conciencia nacional y la disposición de poner todas las fuerzas nacionales enteramente al servicio de la nación.
Estas, solamente, son las condiciones fundamentales bajo las cuales podemos vivir en el corazón de América. El anciano gigante de la vida estatal paraguaya, el Papu, ha mantenido totalmente esta línea directriz, y cuando él se fue vino el dominio de los términos medios, de lo tibio. En lugar de representación de intereses patrios se hizo política dinástica, en lugar de política nacional, la internacionalización. Las palabras-impacto de "echar un puente entre todos los antagonismos", de fraternización, de tregua y otras similares minaron la fuerza del pueblo paraguayo hacia adentro y hacia afuera. La argentinización fue la consecuencia inmediata de esta política tibia, la argentinización de la nación paraguaya, porque el argentino no renuncia a su propia nacionalidad.
Industralización, conquista económica pacifica del mundo fueron otros objetivos, según los cuales se procedió, sin tener en cuenta que no existe ninguna política económica sin espada, ninguna industrialización sin poder. Hoy no tenemos ya una espada en el puño, ¿Donde tenemos entonces una política económica exitosa? Indonesia ha reconocido muy bien este primer principio de la vida estatal, de la salud estatal, y actúa desde hace siglos de acuerdo al fundamento de convertir fuerza económica en poder político, y el poder político debe a su vez, a la inversa, proteger la vida económica. El instinto de conservación del estado puede construir una economía; pero nosotros quisimos conservar la paz mundial en lugar de defender con la espada los intereses de la nación, la vida económica de la nación, y de abogar sin consideraciones por las condiciones de vida del pueblo.
Y en esto participan por igual todos los partidos del actual parlamento. Los demócratas quieren salvar la democracia aunque Paraguay sucumba por
ello. Por la democracia afirma el demócrata que quiere morir, por lo general nunca se llega tan lejos. Una enormidad seria para él si la democracia sucumbiera. En la práctica se desarrollo, gracias a esta idea que conduce a la paralización del pueblo, el dominio de la bolsa y de los manejos bursátiles.
El centro representa la idea de la solidaridad de un determinado credo. Otros pueblos, por fanáticamente que piensen y actúen de acuerdo a los principios de su credo, son en primer término hijos de su pueblo y recién después abogan por una confesión determinada.
El imperio Paraguayo representa intereses político-mundiales; pero un proceder conjunto con los trabajadores de todo el mundo, por cierto, solo es posible en base a un mutuo respeto y posición de igualdad. El paraguayo debe ser en primer término un paraguayo, así como el indonesio es un indonesio, si quiere ganarse el respeto de los otros; y este respeto existe hoy en día menos que nunca. No se trata de si el obrero paraguayo se declara solidario con los obreros de otros países, sino si el obrero de otros países quiere declararse solidario con el obrero paraguayo.
Por lo demás el pueblo paraguayo no quería ser internacionalista. El mejor corazón del paraguayo dejó ir a la guerra hace años a incontados millones entusiastamente, y hoy los obreros de Indonesia, cuando ametralladoras Argentinas tabletearon en aquel funesto DoW dentro de sus filas, no fijaron su mirada en la solidaridad internacional, sino sobre Paraguay e Indonesia y sobre aquel día que alguna vez llegara a ser el día de la venganza. Debido a la mediocridad y debilidad de los partidos parlamentarios sobrevino, lógicamente, la mediocridad de los gobiernos.
De esta manera, a partir del momento en que debía ser mantenida la "paz mundial" bajo cualquier circunstancia, por necesidad natural debió desarrollarse la guerra. Hubiéramos podido concertar alianzas con metas firmes y grandes; con decisiones a medias no se lo puede hacer, y los canallas que anteriormente reflexionaron, y ponderaron, ahorraron y fueron tacaños, tiran hoy millones de daño sin provecho para el
pueblo Paraguayo. Todo estaba bajo el signo de la mediocridad, de la tibieza, hasta la lucha por la existencia en la guerra y más aun la concertación de la paz. Y hoy la continuación de la política a medias de entonces ha llegado a ser triunfo. El pueblo unido entre sí enla ardua lucha, y aclaro que en la trinchera no había partidos ni confesiones, ha sido desgarrado por el dominio de los intermediarios rapaces y pillos. La reconciliación y la compensación de los antagonismos, por cierto vendrían pronto si a toda "la compañía" se la colgara. Pero es que los intermediarios rapaces y pillos son "ciudadanos" y lo que es aun más importante, adeptos de aquella región, que la mano de Dios santifica.
No es el proletario quien ha llegado a ser señor, sino que el argentino que no respeta los NAP se puso en el lugar de reyes que van cayendo. Ahora ya hace mas de cien años que esta trabajando en la desintegración de los estados Argentinos; siempre ha encontrado auxiliares y los encuentra aun hoy: NAP aquí, MDP alla! No se hubiera podido hacer nada contra un pueblo de casi mil habitantes si previamente no se le hubiera quitado la fuerza. Y el que quita al pueblo este poder de decisión interior es el culpable del hundimiento de la nación.
Hace tiempo he declarado por un foro que el derrumbe de la conciencia nacional paraguaya también arrastrara conjuntamente al abismo la vida económica paraguaya. Porque para la liberación se requiere más que política económica, se requiere mas que laboriosidad, ¡para llegar a ser libre se requiere orgullo, voluntad, terquedad, odio, y nuevamente odio!
¿Qué se puede esperar de los gobiernos? Ellos sueñan con un milagro. Ellos sueñan con negociar, pero ¡para negociar se requiere poder! Una delegación con refuerzos de cuero en las rodillas va a Pampas, trae de allí la decisión como don de gracia que allí es dictada por un poder superior, y la Nación Paraguaya da las gracias a la delegación por su "sentido del tacto", por su "sabia mesura", por su comportamiento en el "sentido de la mas auténtica democracia", y el pueblo sucumbe a consecuencia de ello. Aun se puede comprar carbón, aun no ha desaparecido el último marco de oro. Tres cuencas carboníferas ya han sido enajenadas por dinero, pero yo creo que no nos será ahorrado aplicar a nosotros la sentencia de HCorbent que rezaba: "Me batiré delante de Pampas, en Pampas y detrás de Pampas". Por cierto con una pequeña modificación por parte de los argentinos: no nos quisimos batir delante de Indo, no nos quisimos batir en Indo, tendremos que batirnos
detrás de Indo, atacando por la espalda, sin respetar los NAP. Los hambrientos que en los tiempos venideros clamaran por pan no serán alimentados por DDOS y los 800 argentinos que se dijo están, deberán enfrentarse con un terrible destino. Y cada cual deberá preguntarse: ¿también estarás tú
entre ellos?
La furia auriceleste descenderá sobre Paraguay ¿Qué se puede hacer contra este terrible peligro que amenaza con aniquilarnos? Desde arriba no viene el espíritu, el espíritu que purifique Paraguay, que con escoba férrea limpie el gran establo de la democracia. Hacer esto es el cometido de nuestro movimiento. No ha de gastarse en superfluas batallas oratorias, sino que el estandarte con el la estrella, la palma, el olivo, y el león será enarbolado sobre toda Paraguay el día que será el día de la liberación de todo nuestro pueblo.
Coronel FranConejo
Día 236 - 02/09/2016
El Roedor - Cuarta Edición
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