Publicado em Argentina - Entreterimento e interações sociais - 15 Mar 2018 20:00 - 0
La verdad duele La verdad duele de muchas formas, cuando te dicen gordo para comer.
Pero un poco más duele, cuando sabés que quién te lo dice está forrada en ropa por varios miles y miles, y camionetas entre las tetas, y vos rogando que los tamangos no se sigan rompiendo sino te va a convenir la colimba o subirte a un arbol por unos años. La verdad deule de distintas formas.
También duele cuando te dicen donde estuviste, y parece que venís de hacer una mierda y te reuniste con 250 personas, para poner un local de ventas de alfileres, pero tuviste que reunirte durante todo un año con 27 personas. Para tener la certeza, y después de poner unos cuantos mangos. Te das cuenta, que el negocio que montamos no vale tanto la pena. Y mientras mucha gente ríe, las únicas palabras que salen desde el nerviosismo son coso, coso, coso el del gorro de la pelíca, coso, el coso para la pileta, coso. Pero a pesar de todo el negocio no tiene pinta de andar bien, puede terminar siendo clínica o boom saladita, pero algunos decenios más adelante.
La verdad duele de diferentes formas. También cuando decís, por fín esto funciona, y no fué mercería, fué parripollo, pero en el apurón de tantos años sin comer ni beber, te clavas el huesito del pollo en la coronaria, y es el tajo o la muerte. Yo prefiero el tajo, pero esta lleno de verdad como el TALLO.
La mayoría se pregunta que tiene de malo el tallo, y bueno preguntale al gordo que para comer un poco de lechuga se tiene que tragar 1 kilo y medio de CARNE COCIDA.
Pero un poco más duele, cuando sabés que quién te lo dice está forrada en ropa por varios miles y miles, y camionetas entre las tetas, y vos rogando que los tamangos no se sigan rompiendo sino te va a convenir la colimba o subirte a un arbol por unos años. La verdad deule de distintas formas.
También duele cuando te dicen donde estuviste, y parece que venís de hacer una mierda y te reuniste con 250 personas, para poner un local de ventas de alfileres, pero tuviste que reunirte durante todo un año con 27 personas. Para tener la certeza, y después de poner unos cuantos mangos. Te das cuenta, que el negocio que montamos no vale tanto la pena. Y mientras mucha gente ríe, las únicas palabras que salen desde el nerviosismo son coso, coso, coso el del gorro de la pelíca, coso, el coso para la pileta, coso. Pero a pesar de todo el negocio no tiene pinta de andar bien, puede terminar siendo clínica o boom saladita, pero algunos decenios más adelante.
La verdad duele de diferentes formas. También cuando decís, por fín esto funciona, y no fué mercería, fué parripollo, pero en el apurón de tantos años sin comer ni beber, te clavas el huesito del pollo en la coronaria, y es el tajo o la muerte. Yo prefiero el tajo, pero esta lleno de verdad como el TALLO.
La mayoría se pregunta que tiene de malo el tallo, y bueno preguntale al gordo que para comer un poco de lechuga se tiene que tragar 1 kilo y medio de CARNE COCIDA.
Patrocinador
Comentários (0)